Roa es una marca española que comenzó su andadura en Madrid en el año 1952, dos años después de que su fundador Rafael Onieva Aríza aun siendo estudiante presentara su primer prototipo de motocicleta.
Industrias Motorizadas Onieva S.A comenzó a fabricar motocicletas a partir del año 1953, utilizando como marca las iniciales de su fundador R.O.A. que en su primera gama venían equipadas con el motor Hispano Villiers.
En 1958 en la Feria de muestras de Barcelona intenta dar el salto con la fabricación de microcoches presentando su primer modelo con un vehículo de tres ruedas equipado con un motor bicilíndrico Villiers de 250 c.c siguiendo las líneas del ya en el mercado BMW Iseta, pero debido a su coste (45.000 pesetas) únicamente se fabricaron 6 unidades.
En el año 1960 se asocia con la empresa alemana BMW para ensamblar las motocicletas R27 muy conocidas por ser las unidades que utilizaba la Guardia Civil de Tráfico, tarea que compaginaban con la fabricación de motocarros que en principio seguían llevando motor Villiers aunque luego incorporaron motores BMW para sus modelos de 750 Kg. Estas dos líneas de producción fueron el talismán de la marca llegando a fabricar 40.000 unidades en los 17 años de vida de la firma.
A partir del año 1961 la marca se asocia con Barreiros Diesel dando su aportación en diseños como furgonetas y otros vehículos industriales en los que diseñaba las primeras cabinas con fibra de vidrio.
En 1963 la empresa Industrias Motorizadas Onieva paso a llamarse Tempo Iberia S. A. quien finalmente fue adsorbida por Barreiros Diesel cesando todas sus actividades.
La historia de mi ROA 200 es un tanto corta, pues poco sabemos de ella. Un día apareció en el grupo de Whatsapp del Club Ángeles Clásicos como parte de un grupo de motos que se anunciaban a la venta por parte de nuestro amigo Fermín de Almería. El nos contó que ya estaba restaurada aunque algún detallito habría que retocar como el asiento y poco más.
Siempre me llamaron la atención las motos con asiento monoplaza, la línea antigua con un solo asiento con la caída del guardabarros final siempre han sido mi debilidad y no pude resistirme a esta oferta.
Hicimos las gestiones pertinentes referente al pago de la moto y también a la documentación con su dueño, Francisco Manuel, a quien desde aquí agradezco su buen trato conmigo por su amabilidad y su compromiso a la hora de vendernos la moto y la traje para casa con el transporte del club.
Nada más llegar hicimos la transferencia y conseguimos poder ponerla en marcha con unos simples ajustes, limpieza del carburador y poco más.
He podido dar algún paseo con la moto cerca de mi casa, y he comprobado que tiene unas marchas superlargas por lo que creo que es una moto que ha de defenderse bien por rutas cortas.
Actualmente me estoy sacando el carnet para poder conducirla y espero muy pronto salir de rutas con todos mis amigos.
El Conejo, 10 de Septiembre del 2021.