La Montesa Impala Kenya, más bien conocida como Montesa Kenya es un modelo fabricado entre los años 1966 y 1972, se trataba de un modelo más simple que la propia montesa impala. Tenia un depósito más pequeño y un chasis más ligero, aunque el motor que movía esta motocicleta era el mismo 175 dos tiempos.
Motor monocilíndrico refrigerado por aire con frenos de tambor con una mejor eficacia con respecto a las versiones anteriores ya que en el freno delantero se incorporaba sistema de doble leva y refrigeración.
Los colores de esta moto en la primera serie eran rojo y plata, y en su segunda serie azul y plata. Con un total de 2.908 unidades vendidas fue un modelo paralelo a la montesa impala con un carácter más deportivo.
La Historia de mi Kenya es muy particular y llena de circunstancias que bien podría no haber hecho posible que hoy la tuviese. Esta Leyenda comienza en el taller de mi Tío Lucas, un pequeño taller de Conil que hoy en día aun sigue abierto. Con muchos años de funcionamiento sigue siendo un establecimiento del que nadie pone en duda su demostrada solvencia.
En el año 1976 un señor llegó con la montesa desde Huelva, desgraciadamente tuvo un mal comienzo en su llegada a Cádiz ya que esta moto sufrió un accidente que destrozó su suspensión delantera dejándola parada durante mucho tiempo en el taller de mi tío.
Después de muchos años allí parada y sin que el propietario se interesase por la moto, mi tío decidió saber en que estado administrativo se encontraba y comprobó que estaba dada de baja por lo que accedió a mi petición de que me la regalase.
Dicho y hecho traslade la moto a mi garaje que aun se encontraba en construcción y allí la tuve durante mas de 10 años, averiada, sin poder circular por el siniestro, pero allí estaba.
Cierto día llegó a mi casa Tomas «El policía Local» quien desde hace mucho tiempo tenía una Montesa Impala, por nuestra amistad y dado que podría necesitar repuestos le regalé la moto ya que pensaba que yo nunca iba a conseguir poder repararla. Ahí fue cuando le perdí la pista durante mucho tiempo y no volví a saber más de ella.
Las vueltas que da la vida, diez años más tarde vuelvo a contactar con él para comprarle su moto, y tras algunos meses de infructuosos intentos de comprarle su Montesa Impala lo conseguí!, se la cambié por el mecanismo de la instalación eléctrica de su casa.
Llega de nuevo la montesa de esta historia a mi casa, porque con la que le compré también me devolvió la que yo un día le regalé para repuestos. Como ya tenía una impala andando y funcionando me centré en disfrutar la que tenía dejando en una esquina de mi garaje la Montesa con Matrícula de Huelva que me había regalado mi tío hace muchísimos años a estas alturas de la historia.
Me daba pena tirarla, siempre la tenia en la esquina menos frecuentada de mi garaje, llegué a desguazarla y guardar todos los componentes en una caja, pero nunca me animé a tirar el chasis de la moto. En el año 2018 gracias al impulso de mis amigos del Club y con la certeza de que podría documentarla de nuevo me decidí a restaurarla.
Empecé buscando todos los componentes, desempolvando cajas y buscando entre las estanterías de mi casa, algunas cosas faltaban, pero conseguí completarla. Primero empecé con los pulidos, luego por el motor, pintura… etc, hasta que conseguí montarla y restaurarla tras unos meses de trabajo.
Hoy disfruto de ella haciendo rutas con el club y con mis amigos… una más que vuelve a rodar.